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Batallas Institucionales

Por: El Mañana de Reynosa

El encuentro del Gobernador Américo Villarreal con los Presidentes Municipales y Alcaldesas de Tamaulipas, lanza una serie de señales en las que destaca, el acercamiento del ejecutivo para ir generando mayores ventajas de desarrollo.

Sin embargo, hoy sobresale una escena que sepulta cualquier diferencia que se presumía, existía entre el gobierno del estado y el Alcalde Eduardo Gattás.

Muchos han sido los rumores, pero ninguna de las partes ha salido a hablar con claridad y si esto no ha sucedido, es porque entonces no hay nada. Quien podría salir en todo caso, sería el propio Alcalde, pero la conversación que ha tenido en las últimas horas con el gobernador, hace ver que las cosas siguen un curso normal.

E incluso, ese saludo que ayer se dieron en Palacio de Gobierno, no puede pasar por alto para afirmar, que el trabajo institucional va por buen camino.

Los principales actores del Ayuntamiento, festejaron ese saludo, porque refleja el buen estado de ánimo que existe y es algo que se debe mantener.

Históricamente, cuando un Alcalde se enfrenta con el gobernador en turno, quienes pagan las consecuencias son las ciudades y sus habitantes.

Es cosa de recordar esos enfrentamientos que escenificaron Gustavo Cárdenas con el gobernador Manuel Cavazos Lerma; hubo un momento tenso entre Miguel González Salum y Egidio Torre Cantú el peor gobernador que ha tenido Tamaulipas.

Francisco García se peleó con los que pudo y los paralizó el tiempo que quiso, por ejemplo con Juan Diego Guajardo de Río Bravo, con el propio Lalo Gattás, antes con Oscar Almaraz y Carmen Lilia Cantúrosa; sin pasar por alto el desencuentro que tuvo con Makí Ortiz como alcaldesa y con Carlos Peña Ortíz, hijo de la actual Senadora.

Esos enfrentamiento de Alcaldes con el gobernador en turno, también se extiende en los sexenios de Tomás Yarrington y Eugenio Hernández Flores, pero en todos los casos las ciudades cayeron en el retraso total y en algunos casos fueron perseguidos por los ex gobernadores, como le pasó a Gattás con Cabeza de Vaca y si ya de por sí, el ex gobernador panista había ordenado no incluir a proveedores de Ciudad Victoria para quebrarlos, la falta de los recursos públicos hicieron que se generarán rezagos.

Por ejemplo, el gobierno panista tenía que dispersar las participaciones a los Alcaldes entre el 5 y 8 de cada mes, pero se los entrega el 27 o 29 de cada mes, para que resintieran el paso que tenía su gobierno.

Así le pasó a Carmen Lilia Canturosas en Nuevo Laredo y aun peor: le mandó a la Auditoría Superior del Estado y a la Fiscalía Anticorrupción a revisar su gobierno municipal. E incluso, aquel domingo histórico del 2022 cuando Morena ganó la gubernatura, en Nuevo Laredo estaba la Auditoría Superior haciendo una revisión a sus Cuentas Públicas. Vaya que esa sí era una persecución que por cierto, los panistas ahora lo niegan o ya no recuerdan todo el terrorismo que aplicaron a sus adversarios políticos.

En fin, la necesidad de acuerdos entre los Alcaldes y el gobernador actual, será constante y en particular por lo nuevos tiempo y la institucionalidad que deben tener los Presidentes Municipales hacia el mandatario es total, en particular si son del mismo partido; el gobernador es el jefe político de ellos y deben de tomar las decisiones que se propongan desde el Palacio de Gobierno.

No se trata de estar sometidos, por que ha sido evidente que el perfil del Gobernador Américo no es ese, pero bajo las condiciones políticas en que se encuentra la entidad y en el contexto que esté iniciando el país, los Presidentes Municipal, en especial de lo de Morena, deben priorizar los planes y proyectos que proponga el gobierno.

Por cierto que el domingo, el gobernador Américo Villarreal recordó una parte de ese pasaje de terrorismo político, durante su mensaje por los dos años de su gobierno.

“Tamaulipas enfrentaba en aquél momento (elección gubernamental de 2022) el peor escenario de autoritarismo, de corrupción y saqueo, con un cotidiano y sistemático abuso del Poder Estatal”.

“La noche del triunfo, sentí una fuerte conexión con la experiencia y los recuerdos de observar a mi padre como gobernador, su serenidad, su entereza y excepcional deseo de servir a Tamaulipas”.

“En este lapso nos hemos esforzado por devolver el gobierno y ponerlo verdaderamente al servicio del único soberano, el Pueblo de Tamaulipas”.

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