
Por: El Mañana de Reynosa
La normalidad ya se observa lo mismo por nuestra madreada, paralizada y peligrosa Reynosa que por el resto de nuestra hermosa República Mexicana, sobre todo por los planteles escolares en donde ya hay aglomeraciones y congestionamientos vehiculares que por aquí están convertidos en la calamidad de los habitantes aledaños a las escuelas.
Y es que, amigo lector, hay señoras que lo mismo cuando van y dejan a sus hijos que al recogerlos no tienen ningún respeto ya no digamos por el reglamento de Tránsito ni siquiera de elemental urbanidad. Se estacionan en doble fila y en ocasiones y por desgracia frecuentes bloquean cocheras al amparo de que van a llevar niños o muchachos a la escuela.
Eso provoca reclamos de la gente que por razones desconocidas no ha logrado se aparezcan por ahí las implacables grúas al servicio de Tránsito, y digo que al servicio porque son de particulares, pero aun así no hay poder que logre le den una disminuida al costo del arrastre.
Entonces lo obligado en las direcciones de las escuelas es convocar a reuniones con las respectivas sociedades de padres de familia para orientarlos que bajo ningún concepto se pueden estacionar en doble fila y menos bloqueando cocheras.
Incluso la dirección escolar es la que debiera llamar a la dirección de Tránsito Local para que vayan a arrastrar vehículos que den motivo. No es justo que sea la escuela la que cargue con la maledicencia de los vecinos quienes lógicamente desconocen quienes son las abusivas señoras.
Lo anterior me recuerda que hará cosa de dos años hubo un escandalito en una escuela localizada por la colonia Longoria en donde trascendió que una que otra de las señoras abusivas dejaba sus carros durante horas estacionados por la escuela, eso daba la impresión de que estaban en la misma. Luego se supo que en realidad andaban de relajo con los amigos que tenían en un gimnasio que estaba por esos rumbos.
Como estaba cargando con el descrédito todas las madres prontamente dieron el pitazo sobre quienes eran las tramposas, pero bueno, cada uno, con su vida privada, a lo que no se tiene derecho es a perturbar la tranquilidad de los vecinos.
Pero tal pareciera que es mucho problema para los directores escolares hacerles entender que, aunque acudan a la escuela para presenciar un festival o porque le van a entregar un diploma al hijo o hija ni aun así se tiene derecho de estorbar al tráfico vehicular y menos a taponear las cocheras de esos rumbos.
También ya está al cien por ciento la actividad en las dependencias estatales y federales lo que de coleada hace que volteen a ver a los candidatos a cargos judiciales que dicho sea de paso por nuestra ciudad no hay ninguna animación al respecto.
Y no es atribuirle a quienes aspiran a ser jueces y magistrados lo mismo del fuero federal que del fuero común, lo que sea de cada quien, a través del Internet se han promovido exponiendo virtudes y cualidades para juzgar.
Pero si son ciertas o no eso nomás lo saben los que deambulan por el mundo jurídico como lo son los abogados litigantes. El ciudadano común no sabe ni quienes pitos son los jueces y magistrados menos los que andan de candidatos, un desconocimiento que deviene de la vanidosa actitud con que se comportaron magistrados y jueces lo mismo del fuero federal que del fuero común.
Se sintieron santones de la justicia y si no atendían a los abogados menos al ciudadano que tenía un asunto en el juzgado.
Eso causó que el ciudadano no sepa ni de que pozo salieron como tampoco le va a interesar que a partir de septiembre próximo les den tronco que además se lo ganaron a pulso.
Y es que, oiga usted, por lo que he escuchado por aquí y por allá no creo que haya quien meta las manos a la lumbre ni por un 20 por ciento de los jueces y magistrados por sus actitudes vanidosas y otros por incurrir en sospechosas corrupciones.
Así se portaron y ahora así les va a ir, el problema lo tienen los que no han formado parte del Poder Judicial. Para ser conocidos por la ciudadanía tendrían que ser abogados o que se dedicaban al 100 por ciento a la labor social o bien la practicaban en sus ratos libres y por lo mismo sus nombres no le dicen nada a la ciudadanía.
Por eso fue un colosal error y lo digo en mi personal enfoque el que magistrados y jueces lo mismo del fuero federal que del común sean designados mediante elección popular.
Hubiera sido más práctico crear comités de evaluación para hacer las designaciones por un periodo de cuatro años y luego si quieren permanecer en el cargo entonces si someterse a una votación del pueblo porque lo que son las cosas hoy los candidatos judiciales todos hablan de tener una política de puertas abiertas con lo que de pasada confirmaron el garrafal error que cometieron los que están por irse de creerse santones del derecho y que no tienen por qué explicar nada a nadie.
Se que algunos dirán que hay una autoridad superior llamada Consejo de la Judicatura para meter a varas a jueces y magistrados, pero ese Consejo también falló. Tronaban a los que no tenían palanca o los traían de encargo.
Entonces, ahora que si están conscientes de que al pueblo hay que atenderlo y no lo digo por demagogia, me parece que eso es lo positivo de la Reforma del Poder judicial.
El método para designación pinta para un fracaso electoral, no creo vote el 10 por ciento del padrón y aquí en Reynosa si llegan al 5 por ciento que se den por bien servidos.
En el caso de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, estos se guisan aparte, si bien andan pedaleando los votos al menos en Ciudad de México si están llamando la atención por una circunstancia lógica y natural, allá está el asiento de las principales empresas de México y sus abogados lo que litigan son amparos que terminan ventilándose en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Aparte de ello hay políticos detrás de varios de los candidatos a ministro y entre esos y los recursos de los empresarios es de suponer que esa elección de ministros tendrá un buen número de votantes, tal vez hasta un 20 por ciento del padrón, que eso se logra nomás en la CDMX y parte de EDOMEX.
Y ayer el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA estuvo en nuestra madreada y peligrosa Reynosa y de aquí se pasó a Río Bravo, para dar inicio al compromiso que la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM estableció con los afectados por la inundación que dejó la tormenta del pasado 27 de marzo.
Ayer mismo inicio la entrega de ocho mil pesos más enseres domésticos a cada una de las 10 mil familias que perdieron todo o casi todo por el fenómeno natural.
Le estoy hablando de un compromiso de los gobiernos federal y estatal, y lo recalco porque no se descarta la posibilidad que el Makito se vaya a querer colgar la medalla, como es su costumbre.
Y por hoy, BASTA.
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