Frenar el robo y desperdicio, única vía para evitar el colapso, señala titular de Recursos Hidráulicos.

Por: El Mañana de Reynosa
La crisis hídrica en la frontera ha llegado a un punto crítico, y la única alternativa viable para solucionarlo es atender el problema de raíz, como es el robo de agua, el desperdicio en sistemas de riego y la sobreexplotación de acuíferos, advirtió el secretario de Recursos Hidráulicos, Raúl Quiroga Álvarez.
Reconoció que “No hay plan B ni plan C” ante el estrés hídrico que enfrentan las ciudades fronterizas del río Bravo, donde reside más de la mitad de la población del estado que necesita más de 300 millones de metros cúbicos de agua, pero sólo se cuenta con 200 millones.
“El 54% de la población de Tamaulipas vive en las 10 ciudades fronterizas del río Bravo. Estamos comprometidos con las presas internacionales, pero la suma de aguas mexicanas de ´La Amistad´ y ´Falcón´ apenas rebasa los 200 millones de metros cúbicos. Y para consumo humano anual se requieren, al menos, 300 millones”, explicó el funcionario.
La llegada de lluvias en el sur del estado ha ayudado a mejorar el panorama en zonas como el sistema lagunario de Tampico-Madero-Altamira, que ya alcanza un 85% de almacenamiento gracias al ingreso de agua por el río Guayalejo-Tamesí, pero para la frontera el panorama es diferente.
“Primero vamos a coordinarnos con la Conagua para permitir que se llene al 100% el sistema lagunario y, después, esa agua la podamos canalizar a las presas ´Emilio Portes Gil´ y ´Ramiro Caballero´. Seguramente se van a recuperar también de manera importante”, afirmó Quiroga.
Sin embargo, advirtió que en el norte del estado la situación es muy distinta, pues los focos rojos están en la frontera, en la cuenta del río Bravo, donde es urgente que llegue agua a los ríos, presas y arroyos “De lo contrario, el panorama es muy difícil”.
Sobre la posibilidad de perforar pozos profundos en la frontera para abastecer de agua a la población, Quiroga fue tajante al referirse que la zona cuenta con altos niveles de salinidad y no puede usarse para riego o consumo humano.
“El problema es que tenemos perfectamente estudiado el acuífero del Bajo Río Bravo, en la margen derecha del río. Es un acuífero salino, extraerlo no tiene sentido: si lo usas en agricultura, saliniza los suelos. Hay algunos pozos con agua dulce, pero son pocos. Está catalogado como acuífero salino”.
Y ante la posibilidad de instalar una desalinizadora para que pueda consumirse en actividades primarias, y consumo humano, dijo que es una opción viable, pero solo “en situaciones de emergencia”.
“Pero apostamos a que si suspendemos el saqueo de agua, como lo ha dicho la presidenta de la República, y tecnificamos el riego en los distritos, seguramente el régimen de escurrimiento de los ríos se va a normalizar”.
El secretario subrayó que la raíz del problema está en el mal uso y la apropiación indebida del agua, al considerar que es la única y es la mejor opción que tiene Tamaulipas para solucionar el saqueo de agua.
Añadió que, en coordinación con el Gobierno federal, se han bajado recursos para mejorar la infraestructura y aplicar un ordenamiento en las concesiones.
“Lo que estamos haciendo es lo que se debe hacer, y lo dijo la presidenta. No hay Plan C. Se requiere frenar el saqueo del agua, ordenar las concesiones y modernizar el riego. No hay soluciones mágicas, pero sí hay acciones urgentes y posibles. Si no se actúa ya, la frontera de Tamaulipas se enfrenta a un escenario sin retorno”.