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Acumula Tamaulipas 9 años sin lluvia para hacerle frente a sequía, lo que reduce la disponibilidad para riego, industria y actividades agropecuarias

Prevén otro año crítico de agua
Un nuevo ciclón o huracán mejorará el abasto del vital líquido en la entidad.

 

Tamaulipas acumula ya nueve años consecutivos sin alcanzar la media histórica de precipitaciones, lo que ha intensificado el estrés hídrico en gran parte del estado y reducido drásticamente la disponibilidad de agua para riego, consumo industrial y actividades agropecuarias.

La media de lluvias anuales en la entidad, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), es de 780 milímetros, pero desde 2016 no se ha alcanzado de manera constante.

De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), entre 2016 y 2024 sólo en un año (2024) se ha superado esa marca con 838 mm, y fue por la llegada de la tormenta tropical “Alberto” en junio pasado.

El resto de los años ha quedado por debajo del promedio: 746.7 mm en 2016, 666.7 mm en 2017, 678 mm en 2018, 579.1 mm en 2019, 631.1 mm en 2020, 487.3 mm en 2022 y apenas 535.6 mm en 2023.

En lo que va de 2025, de enero a abril el registro es de tan sólo 83.5 mm, lo que anticipa otro año crítico.

Ante esta situación, el secretario de Recursos Hidráulicos de Tamaulipas, Raúl Quiroga Álvarez, advirtió que la única forma de hacerle frente al estrés hídrico es que Tamaulipas reciba otro fenómeno hidrometeorológico que aumente los niveles de los ríos, presas, arroyos y otros cuerpos de agua.

Prevén otro año crítico de agua

“Necesitamos el auxilio de un fenómeno climatológico extremo, una tormenta tropical como ´Alberto´, un ciclón, un huracán, de tal suerte que podamos cambiar el rostro del estado en materia hidráulica, sobre todo en la zona norte, quiero puntualizar”.

Aunque el abasto para consumo humano en las principales ciudades del estado está garantizado, el panorama es desalentador para otros sectores, principalmente para la agricultura y ganadería.

“Desde el punto de vista de uso público urbano, ningún municipio está en una situación crítica. De todos los demás usos, restricciones severas”, reconoció el funcionario.

Particularmente grave es la situación del distrito de riego más grande del noreste del país, que prácticamente no tiene agua: “Tenemos 250 millones de metros cúbicos de un total de mil 183 que necesitamos. Es decir, no hay agua en las presas internacionales para dotar de mayor volumen a los demás usuarios”.

Uno de los factores que contribuyó a agravar la crisis hídrica en años anteriores fue el desvío y robo de agua en cuencas, un tema que, según Quiroga, compete exclusivamente a la federación a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

No obstante, el gobierno estatal ha emprendido acciones de inspección para identificar irregularidades: “Nosotros, el día de hoy andamos haciendo inspecciones en la cuenca del río Guayalejo con el único propósito de localizar a los usuarios irregulares y mandarle decir a la Comisión Nacional del Agua que actúe, de tal suerte que ellos no tienen personal, así lo aducen, nosotros sí tenemos, entonces, andamos auxiliándonos, haciendo el equipo para ir saneando ese tema”.

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