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El problema comienza en la colonia Cañada y termina hasta sector de Fuentes Coloniales; Comapa desatiende el caso

Viven extenso calvario
El líquido pestilente llega hasta la calle Pekín 20.

Por: El Mañana de Reynosa

Más de 10 cuadras recorren las aguas residuales que brotan de una alcantarilla ubicada en calle Hawaii y Lima, de la colonia Cañada, pasa por la Pekín 20 y llega hasta la Sierra Nevada e Independencia, de Fuentes Coloniales.

Vecinos de ambos sectores dicen haber reportado la fuga, pero hasta el momento no han encontrado respuesta de parte de la Comapa, por lo que hacen un llamado a las mismas para que ordenen la solución del problema.

Por lo pronto, se genera con ello un ambiente de riesgo para la salud de las familias que viven a uno y otro lado de las arterias por las que pasan las aguas malolientes, las cuales finalmente caen en otra alcantarilla situada en la calle Sierra Nevada con Independencia.

Se trata de un nuevo brote que surgió hace un par de días, pero que se hace muy visible, porque atraviesa por arterias muy transitadas.

Las charcas que se han formado alcanzan varias cuadras de distancia, por lo que residentes que resultan afectados con esa situación lamentan la apatía mostrada por las autoridades correspondientes ante la problemática que viene presentándose en este caso.

Constantemente afloran aguas pestilentes y también son peatones los que resultan afectados, pues hay automovilistas que conducen rápido por las calles invadidas de residuales y llegan a empapar la ropa de los mismos transeúntes, generándose acres comentarios entre estos últimos.

Padecen por fuga de aguas negras

Al igual que en el caso de la Cañada y Fuentes Coloniales, en la  Unidad Obrera también padecen el problema de una fuga de aguas negras que nace en la calle Uno y afecta a familias que viven en la Seis.

El problema tiene varios días y como la gente no quiere que crezca al paso de los mismos, es por lo que piden la intervención pronta de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa).

Las aguas negras afloran de un registro sanitario ubicado, precisamente, en la calle Uno.

Por fortuna, las charcas no se han formado de tamaño grande, porque el agua va de bajada, pero con todo y ello, dijo una ama de casa de nombre Lorena, la pestilencia que deja a su paso llega a ser insoportable.

Por ello hizo un exhorto a autoridades del organismo operador de agua para que a la mayor brevedad se den a la tarea de resolver el problema, desarrollando la red de drenaje.

“Sabemos que el problema de las fugas de aguas residuales no es propio de este asentamiento humano, el cual afecta, también, a varios sectores de Reynosa, pero aún así queremos que atiendan esta necesidad”, añadió.

Viven extenso calvario

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